Últimamente no puedo salir todas las veces que me gustaría de pesca, por motivos laborales, pero en cuanto tengo una tarde libre, para ya que voy al charco, a sacarle el máximo partido a todos los medios de los que dispongo y en tan pocas horas; ya que pesco cinco o seis horas escasas. En esta ocasión nos hemos acercado a un tramo de un río cercano a mi domicilio, en el cual la población de carpas y barbos es bastante buena; la sorpresa para nosotros es que los barbos no dieron la cara, sino que fueron las carpas las protagonistas de la tarde. A pesar de los inconvenientes que conlleva pescar en este escenario, como son el caso de las piraguas que pasan de un lado a otro del tramo del río, la cantidad de ramas hundidas, y el cambio del tiempo que estamos teniendo, al final pudimos disfrutar de una tarde agradable en la que el paisaje, el olor a tierra mojada y el murmullo y canto de los pajaros nos deleitaban en todo su apojeo. Aqui os dejo algunas de las capturas conseguidas.
Y sobretodo perfecto día en compañía de mi mejor compañero de pesca, Mi chica.