MIS ANDADAS EN LA PESCA...


Mis andadas en el mundo de la pesca comenzaron cuando solo tenía cuatro añitos; mi abuelo fue el que me inculcó este maravilloso deporte, a quien acompañaba siempre en todas sus salidas..tras fallecer fue mi padre mi otro gran maestro, con el cual he pasado muchos dias y horas juntos al lado de las orillas; en cuanto salía del colegio lo tenia todo ya preparado, y me decía venga vayámonos de pesca...Gracias a ellos se lo debo todo lo que se y en especial a mi padre que es la persona más maravillosa que tengo..todo lo que tengo y se, se lo debo gracias a el..GRACIAS PAPA¡¡¡



UN SALUDO Y BUENA PESCA.

"RESPETEMOS EL MEDIO AMBIENTE, SIN EL, NO PODRÍAMOS PRACTICAR NUESTRO DEPORTE"

domingo, 8 de enero de 2012

CRÓNICA DE UNA SESIÓN GRATIFICANTE




Me presento, soy Ismael Fuentes, fanático y asiduo pescador, de la pesca en aguas complicadas, en donde los boilies nunca han sido “sembrados” en sus fondos, y sus orillas se encuentran llenas de maleza, debido a la pureza del lugar, lejos de todo bullicio humano. Os voy a  narrar una sesión que disfrute, junto a un gran amigo, Iván Merchán. La semana antes de ir a pescar me dispuse a realizar un pequeño cebadero, en este maravilloso lugar,  compuesto  de boilies AV-1, M-2, durante dos días de dicha semana; debido a la orografía que presentaba  la orilla en la que  apenas cubría 20 cm, me dispuse a realizar el cebadero a unos 90 m de ella, junto  a unas piedras que se dejaban ver gracias a la claridad de las aguas.


Llagaba el momento de la sesión, esta vez estaríamos pescando durante tres días completos, con todo el material ya preparado, esperaba ansioso la llegada de mi compañero, que tras una grata cena hablando de un sinfín de anécdotas,  cargamos el coche  estilo ” tetris” y salimos “pitanto”   hacia el lugar sin perder un segundo más.


Una vez en la orilla comenzamos a preparar y montar todo el material, tarea algo complicada, debido a que la noche estaba bastante cerrada, por lo que tuvimos que utilizar nuestras linternas frontales. Después de más de una hora, ya teníamos todo listo ahora solo faltaba lanzar las cañas en los sitios elegidos con anterioridad; podíamos escuchar los saltos de varios peces bastante buenos, dentro del cebadero; por lo que el nerviosismo se apoderó de nosotros. La elección del cebo me resulto tarea algo complicada ya que era la primera vez que pescaba de noche este lugar, por lo que me decante en una de mis cañas, por dos boilies de AV-1 con un montaje anti expulsión, en la segunda caña, un boilie de  M-2 junto a medio boilie de M-1 (uno soluble y el otro normal); ya que había cebado con ello, y en la tercera puse un boilie de excopex , pero dándole forma de pera. El compañero se decantó por  el Lobworm y Fruit&Nut, acompañándolos con una pequeña  malla de Pva.


Una vez todas las cañas lanzadas, nos dispusimos a tomar un café calentito que la verdad es que era bien recibido debido a las bajas temperaturas que estábamos pasando y que pasaríamos, estamos hablando de unos 3 º C.

Os preguntareis que algunos de los cebos escogidos son más bien para otra estación diferente a la que nos encontramos, debido a su composición, uno soluble en el caso del M-2 y en el caso del AV-1, un boilie para primavera; ahora bien mi intuición y la gran confianza que tengo a estos cebos, junto a su composición e ingredientes ya que  son totalmente naturales y sin apenas aceites, sus colores (ese verde pálido “no me digáis que no es maravilloso”  y rojo tirando a negro), que debido a las bajas temperaturas se adaptan perfectamente a las situaciones con las que nos íbamos a enfrentar.


Tras este pequeño inciso y después del café, no llevaban las cañas ni 10 minutos tiradas, una de ellas comenzó a sonar de forma progresiva, pero la salida del hilo era breve, precisamente la que tenía el Av-1, tras la lucha, teníamos metida en la sacadera una preciosa royal de 9,100 quilos. Esa misma noche ya casi amaneciendo, mientras estábamos profundamente dormidos la caña que tenía la mezcla, comenzó a sonar esta vez de manera bestial, tras una larga lucha, y debido a la poca profundidad de la orilla, nos tuvimos que meter en el agua  para poder ensalabrar una magnifica carpa royal que nos deparo con un peso de 14 quilos; este pez me lleno de alegría y de emoción, ya que pude ver como el esfuerzo y el trabajo en equipo da sus buenos resultados. Todo esto paso en menos de 4 horas, asique le dije al compañero, “ prepárate que vamos a pasar un fin de semana inolvidable”; y así resulto ser, ya que el domingo por la tarde habíamos conseguido capturar alrededor de 40 peces con unos pesos ya algo más bajos, pero con unas libreas espectaculares.


En mi piel y mente queda esta magnífica sesión, en las que el trabajo bien hecho, la buena compañía y la utilización de cebos de alta calidad, nos depararon unos días mágicos, en un entorne maravilloso, en el que los peces dieron la cara y la naturaleza te incitaba a formar parte de ella.



Un  saludo a todos y buena pesca.

Ismael Fuentes.


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